Los 11 cabrones de siempre


Ni quiero ni puedo comentar muchos detalles de la hecatombe bochornosa que vivimos en el derbi del sábado (más que nada porque considero que ya se han comentado suficientemente), pero para analizar la actuación de los jugadores sí se me viene a la cabeza aquella famosa cita de Toshack en la que decía que después de una derrota dolorosa justo tras acabar el partido le dan ganas de cambiar a los 11 titulares de ese partido, cuando han pasado 2 o 3 días tras el fatídico partido salvaría a 2 o 3 jugadores y cambiaría a los 8 o 9 restantes, en las vísperas del partido posterior decidiría poner 7 o 8 titulares del partido anterior y al final, en el once oficial del siguiente partido al ridículo de la semana anterior acabará poniendo a los 11 cabrones de siempre.

Y es que desde mi punto de vista los mayores culpables del bochorno y vergüenza que muchos madridistas de bien hemos sentido este fin de semana son los jugadores, es absolutamente inadmisible la indolencia y falta de actitud que el propio Ancelotti reconocía en la rueda de prensa posterior al partido del sábado. Se puede perdonar que un lateral defienda pésimamente su banda hasta el punto de llegar por esa banda 3 de los 4 goles recibidos en el partido, se puede perdonar que el equipo se rompa por momentos, se pueden perdonar fallos claros de cara a gol, se puede perdonar que un extremo no sea capaz de desbordar ni una vez a su defensor incluso se puede llegar a perdonar errores que cuesten goles en contra ya provengan del portero, de un defensa o de un mediocampista, pero es imperdonable ver que un jugador del Real Madrid salga a estar 90 minutos arrastrándose por el campo sin el más mínimo intento de honrar la camiseta que viste.

A partir de ahora, vamos a comprobar el carácter de nuestro entrenador, aunque previsiblemente no habrá reprimendas externas porque no va con su estilo (tal y como el propio míster italiano reconoce), de aquí en adelante vamos a darnos cuenta si es capaz de modificar las actitudes nocivas de determinados jugadores y conseguir que vuelvan a dar su mejor versión, tal y como algunos de ellos como Cristiano o Kroos nos acostumbraban, otros casos como el de Casillas o Khedira cada vez parece más imposible que recuperen la gran versión que tuvieron en su día, por lo que  casos como los suyos nos servirán para observar si Ancelotti tiene los suficientes bemoles de sentar a quien, mientras no da pie con bola impide contar con la continuidad necesaria para no frenar su carrera a compañeros suyos como Keylor Navas o Asier Illarramendi.

A todos los que sentimos este club como parte de nuestra vida, nos dolió como un puñal el desastre que presenciamos el sábado del minuto 1 al 90 empezando por el error garrafal de Casillas, que no tuvo la suficiente decencia ni dignidad de reconocer, y acabando al ver como la defensa de un equipo absolutamente descompuesto achicaba como podía balones de su área para evitar una vergonzante manita. 

Sin olvidar el desconsuelo que el sábado pasado nos hicieron pasar tanto los jugadores con su escasa actitud como el horroroso planteamiento técnico propuesto por Ancelotti y sus ayudantes, es momento de mirar al futuro con esperanza, de tener siempre presente que la dura crisis que el equipo atraviesa y que la penosa imagen que da el equipo de un tiempo a esta parte, no nos ha arrebatado el liderato de la Liga en la cual aunque los periogolfos lo quieran contar al contrario seguimos dependiendo de nosotros mismos, esta crisis ha coincidido con el parón invernal de la Champions por lo que tenemos todas las opciones del mundo para revalidar la antigua Copa de Europa, y únicamente nos ha dejado fuera de la Copa del Rey, la cual aunque siempre es un título muy agradable de conseguir y aún más si vencemos al Barça como en los 2 últimos campeonatos conseguidos, esta competición no deja de ser la tercera en importancia. 

Desde mi punto de vista, no es el momento de cortar cabezas, de bajarse de ningún barco ni de ningún carro, en mi opinión este es el momento de analizar fríamente las causas de los preocupantes síntomas que el equipo ofrece desde que comenzó 2015, de intentar corregirlos, de dar descanso a los jugadores que están reventados para que lleguen lo más frescos posible a finales de mes cuando disputaremos la eliminatoria de Champions contra el Schalke 04 y los partidos contra Villarreal y Athletic Bilbao y especialmente el partido contra el Barça en el Camp Nou en el que estará la Liga en juego.

En conclusión, ahora más que nunca hay que apoyar al equipo con todas nuestras fuerzas, en los malos momentos es cuando se descubre quien siente al equipo realmente y quien lo tiene por interés para presumir cuando las cosas van bien pero lo desprecia como una colilla cuando vienen mal dadas, porque al fin y al cabo en los próximos partidos apoyaremos y celebraremos los goles de los mismos que el pasado sábado nos hicieron sentir rabia y vergüenza, pues ya decía Toshack que por muy enfadado que estés tras un partido bochornoso, el siguiente partido lo juegan los mismos que hicieron el ridículo, es decir, el partido próximo acabarán jugándolo los once cabrones de siempre.

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