Cojones blancos


Cuenta atrás. Aún sin poner en marcha el cronómetro, no hay otro pensamiento en la cabeza de cualquier madridista que El Clásico, ese 22 de marzo de 2015 marcado en nuestro calendario como el punto de inflexión. Hace unas semanas con los tropiezos del Barça creíamos que podríamos ganar esta Liga sin sumar los tres puntos contra Atlético y Barça, pero ¡sorpresa! de nuevo un partido importante se convierte en fundamental, quizá es por eso que oíamos desde pequeños “las ligas se pierden en los campos pequeños”, y cómo no, nuestros padres no se equivocaban. En este caso campo grande con mentalidad pequeña.

Las palabras de nuestro segundo capitán tienen dos lecturas rápidas completamente contrapuestas, porque si llevar nuestro escudo en el pecho no es estímulo suficiente… apañados vamos, pero si sirve para levantar cabeza el domingo… bienvenido sea.

Los primeros veinte minutos frente al Levante nos hicieron soñar, soñar con que por fin había llegado el cambio necesario para conquistar tierra hostil, pero el interrogante -más bien afirmación- al llegar a la cama fue: no sé cómo nuestra camiseta es blanca con la cantidad de mierda que tiene alrededor.

¿De verdad se convierte en tónica habitual terminar un partido de nuestro equipo cabreados? ¿Con discusiones tontas que se alejan del apoyo al club?.

Parece ser que sí.

Se critica a Jémez por creerse superior al tener carné cuando muchos de los que se sientan cada partido en el Santiago Bernabéu con el suyo, son mucho peor por catalogarse como madridistas, ese adjetivo cada día más ambiguo. Claro que igual muchos de estos madridistas no le critican porque creen que dar “espectáculo”, dejarse vapulear sin remordimientos e ir subido al carro de la corriente periodística es lo que se debe hacer, vamos, su definición de señorío.

Igual soy demasiado crítica o mal pensada, pero el partido contra el Levante pareció más el partido cuyo objetivo era devolver el pichichi a Cristiano. Pichichi que nadie le ha robado, y cada partido ha dejado escapar él mismo, 8 disparos 0 goles no sería de reseñar si esos mismos números no fueran los que enterraran a otros compañeros suyos… ¿saldrá tuiter en formato panfleto? ¿De verdad el doble rasero del madridismo se está apoderando del vestuario blanco malmetiendo como la peor portera de cualquier comunidad?.

Cristiano es el mejor con una mala racha, solo eso, lo mismo que les pasa a otro que entierran de un día para otro como bien dijo BBC Sports.

Para desgracia para muchos, Bale marcó dos goles. Dos goles que convirtieron en salvador a Cristiano en el pase a cuartos de la UCL pero en villano al galés por su celebración, ¡vaya! creo recordar que el portugués también tuvo una celebración controvertida… pero igual solo lo vi yo. 

Doble rasero o no, el reflejo de muchos de los abonados de nuestro equipo se ve cada vez más en los jugadores de nuestra plantilla.

Mal sí, mala respuesta de Bale, pero indicadora de que esas críticas destructivas sí llegan a los jugadores, sea cual sea su cultura, sus costumbres o sus orígenes, no son esos peleles como quiere hacer ver cada juntaletras pagado por un antimadridista lleno de bilis y envidia. El que quiera ser destructivo que lo sea, pero con todos. El rasero dejó de ser doble para convertirse en múltiple.

Ahora toca dejar todo esto a un lado, dejarlo apartado pero no olvidado, y centrarse en el apoyo al equipo frente a lo que se nos avecina.

Lejos de carros -que cada uno tiene el suyo- buena parte, sino toda la liga, se juega el domingo. Quiero pensar que siempre habrá una siguiente oportunidad y que esta no será la última. Que siempre puede aparecer ese sentimiento que transmite el escudo, y así nos demostró @Padelkass aquel 24 de mayo, que provoca que todos los demás solo puedan arrodillarse ante él.

Este 22 solo será un pasito más, aún quedan muchos si superamos este y solo así, puede conseguirse el callar bocas, silenciar críticas y que los demás bajen la mirada ante nuestro paso.

Para bien o para mal, somos el Real Madrid, no nos autodenominamos el equipo de nadie, solo el mejor porque así lo avala nuestra Historia y porque quien quiere olvidar la Historia para no utilizarla como argumento, olvida sus orígenes. Desde aquí recordarles a todos ellos que quien desconoce de dónde viene nunca podrá llegar mucho más allá de donde está.

No será señorío, no será el calificativo correcto, pero esa patada de Bale con ira, rabia e incluso cólera, deben transformarse en los cojones blancos que nos aúpen de nuevo a nuestro lugar, la primera posición que debemos al escudo.

HALA MADRID Y NADA MÁS

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