"Como veréis, desde ayer por la noche no he aparecido por ningún lado para comentar nada del partido de ayer con los indios. Entre el cabreo que cogí por el pestilente partido (sinceramente, me tomo muy a pecho todo, tanto en lo bueno como en lo malo, tanto en las victorias, como en las derrotas, soy muy visceral) y las cosas que escuché en los diarios digitales, en la radio, y sobre entre los propios "madridistas", decidí apagar todo, no ver ningún diario digital, ni telediarios, ni facebook, ni twitter, ni Jugones, ni la hostia sagrada en vinagre.
Una vez más ha quedado demostrado (con solo dos derrotas, oiga) el asqueroso "madridismo" con que se visten y embadurnan algunos SOLO EN LAS VICTORIAS, SOLO, pero en cuanto vienen mal dadas, salen a flote de su escondrijo las ratas a dar la tabarra, empiezan con la campaña de descrédito e intoxicación asquerosa sobre jugadores, entrenador y Presidente. Si ya lo hacían en las victorias....¡¡¡Qué no harán ahora!!! El tufillo maloliente de : ¡¡¡Ancelotti, dimisión!!!, ¡¡¡Florentino, dimisión!!!, vuelve con fuerza...Lo de los periogolfos antimadridistas y lo de los envidiosos segundones del resto de equipos, lo puedo entender porque viven del odio al Madrid y de sus malos momentos (que son pocos, joderos) pero que los que capitaneen y capitalicen esa campaña sean algunos que se hacen llamar "madridistas" es para cerrar la tienda e irse por piernas...No hay peor cuña que la de la misma madera, pero esos "madridistas", ahora y siempre, siguen haciendo mucho daño al Madrid. Puede haber y es deseable, críticas constructivas, eso siempre, pero el tremendismo, el dramatismo, la crítica cruel, dura, implacable e injusta, siempre hace daño. Los que más daño hacen son esos "madridistas" que se alinean en el mismo discurso que los enemigos del Madrid.
Ahora es cuando más hay que apoyar al equipo, a los jugadores, al entrenador y al Presidente. El que se quiera bajar del barco, que se baje, pero que no vuelva a subir nunca. Ya está bien de "pseudos", hasta los mismísimos...Siempre igual. Contra los criticones de siempre, yo también grito:
¡¡¡HALA MADRID!!!"
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