Y llegó el despropósito más absoluto.Avanzaba la segunda parte cuando tras un gran pase de Isco, Bale se plantó delante de la portería en una meritoria galopada y definió erróneamente a la izquierda de Casilla que tapó lo que pudo. Poco importó que sólo un jugador con la zancada del galés convirtiese en ocasión manifiesta el gran pase del malagueño. De nada sirvió que hasta ese momento Bale estuviese siendo el mejor jugador del partido con golazo incluido y que estuviese completando uno de sus encuentros más completos de la temporada. Bastó una mala definición y un mal gesto de Ronaldo para que gran parte del Bernabéu empezara a pitarle, a pesar de que vista la repetición de la jugada, la solución más sencilla era lo que intentó el galés y no un pase a Ronaldo cuyo probable destino hubiese sido la bota de un jugador periquito. Pero realmente, ¿alguien cree que esta reacción del Bernabéu fue espontánea?
Hace unas semanas escribí en este mismo rincón el artículo Juicio al Bernabéu. En este artículo daba mi opinión sobre lo sensible que es gran parte del Bernabéu a las campañas montadas por la prensa, tengan o no tengan un sentido futbolístico. En ocasiones la necesaria individualidad de cada persona que postergada en favor de una masa a la que delega su más elemental y básico sentido crítico.
En el caso de Bale la campaña de la prensa comenzó el día que llegó. Varias son las razones de la Canallesca para encontrar en el galés un blanco fácil. Es un jugador extranjero que no conoce el idioma ni se esfuerza en agradar a la prensa y que supone una apuesta millonaria de Florentino que eventualmente le puede cerrar las puertas de la titularidad a algún jugador nacional. Algunos periodistas escarban para encontrar cualquier excusa para criticar a Florentino, duele mucho de lo que priva su presencia en la presidencia del club más grande que jamás haya existido.
Como decía antes la campaña de Bale tiene un carácter continuo y sostenido y experimenta de vez en cuando ciertos acelerones cuando desde este sector mediático se entiende que se encuentra una razón de peso para abalanzarse sobre él. La última razón de peso fue la no asistencia de Bale a Benzemá en el partido de Mestalla. En este caso, en mi opinión, si tomó una decisión errónea Bale, eso sí, tras galopar a una velocidad endiablada 40 metros y tener que decidir bastante rápido entre chutar y pasar. Ese simple error ha sido suficiente para que de nuevo la "sabiduría" del Bernabéu muestre su versión más improductiva para los intereses del Madrid.
A algunos hay que recordarles que en la temporada pasada, a pesar de llegar sin pretemporada Bale metió 21 y dio 17 asistencias en el equipo de Cristiano Ronaldo. Que dos de los goles resultaron decisivos para levantar la Copa del Rey y la Copa de Europa. Esta temporada, a pesar de no estar dando hasta el momento su mejor nivel (top 5 mundial) ya se ha encargado de ser muy importante en la consecución de la Supercopa de Europa y volver a marcar en la final del Mundial de Clubes. Hay jugadores que perece que tienen un don para aparecer en los momentos importantes, Gareth parece ser uno de esos pocos escogidos que se crecen cuando el sol más calienta.
Pero Bale no es sólo eso. Se trata de un jugador tan desequilibrante que produce con su simple presencia en el campo. Un buen ejemplo es el primer gol del partido del sábado. Dejando al margen el maravilloso pase de 40 metros a Cristiano Ronaldo, en esa jugada debemos fijarnos como atrae la marca de hasta 3 jugadores. Esa atracción de vigilancia rival lo que posibilita es que tras la basculación del equipo rival, se despoble la banda izquierda dando lugar, con solo 2 pases, a la definición de James completamente solo tras el genial toque de Cristiano Ronaldo, cuyo mérito también es enorme.
El fútbol, básicamente es la generación o destrucción de espacio y tiempo y el desequilibrio de Bale produce una generación continua de ambas cosas a sus compañeros.
Como decía, el sábado Bale jugó un gran partido repleto de buenas acciones y siendo el jugador que más distancia recorrió. A pesar de eso fue duramente pitado seguramente por los mismos que otrora han pitado a Zidane, a los Ronaldos, a Benzemá y otras grandes estrellas del Madrid. Se seguirá diciendo que se trata de un público sabio y entendido por aquellos que se saben capaces de erigirse en fuentes de creación de opinión. Suerte que el galés pasa millas del asunto y que su entrenador conoce su valía. Sabe que el equipo de Cristiano Ronaldo un día se convertirá en el equipo de Gareth Bale a pesar de que muchos traten de evitarlo con sus críticas diferidas al galés con destino final el palco. ¡Hala Madrid!
Buen artículo. Las criticas a Bale forman parte de intereses no futbolísticos. Aporta muchas cosas buenas y en los momentos importantes aparece.
ResponderEliminarMuchas gracias! Está claro que la campaña no es futbolísitca. Comenzó desde su llegada.
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