Una para ellos u once para nosotros


Una para ellos u once para nosotros, he ahí el dilema que se resolverá el próximo sábado. De Zidane y de sus jugadores depende que en esa hipótesis se imponga el “once para nosotros.”

De un “1” a un “11” hay poca diferencia, pero tratándose de Copas de Europa, hay muchos años de lucha y de gestas históricas orquestadas por jugadores que hoy día son leyenda y que hicieron del Real Madrid lo que es hoy día: el mejor club del mundo. A base de coraje, sudor, orgullo blanco, huevos y corazón, han sumado 10 y a base de esa misma receta, el próximo sábado podríamos sumar una más y ya serían once para nosotros.

¿Está mal que un equipo luche hasta extenuarse por el amor de su vida? Por “amor de su vida” me refiero a la Copa de Europa, Champions, Orejona, o como le quieran llamar. ¿Está mal que el Real haya conquistado, tantas veces como le ha sido posible, la Copa de Europa? ¿Hay algo de pecaminoso y reprochable en eso? Me hago estas preguntas porque en los últimos días han querido vender e imponer aquello de que el Real Madrid no merece ganar la Copa de Europa porque ya ha ganado muchas, que ya tiene diez y el Atleti aún ninguna.

También han querido vender y poner de moda la frase que me genera dolor de estómago cada vez que leo, no sé como hasta ahora no me han sangrado los ojos y los oídos cuando la leo o la escucho. Francamente, no quiero ni escribirla, pero tengo que… así que me toca hacer de tripas corazón y soltarla: “EL FÚTBOL LE DEBE UNA CHAMPIONS AL ATLETI” dicen… No sé quien fue el primer iluminado en decirla, pero por estos lados se ha propagado y prostituido en todos los programas deportivos de radio y televisión, hasta un taxista, sintiéndose conocedor y  perspicaz, me espetó la frase cual papagayo, y como la ignorancia es atrevida, también añadió: “soy madridista, pero creo que esta vez debe ganar el Atleti.” Inmediatamente le dije hasta de lo que se iba a morir; de paso, le dejé claro que él podía ser cualquier cosa en el mundo, menos madridista, y que él no tenía ni la más mínima ni remota idea de lo que es el madridismo y de lo que representa. Ya más calmada, también le hice ver que uno no puede andar por la vida con la corona de espina y las 30 monedas de plata a la vez.

El fútbol le debe una Champions al Atleti” ¿puede haber una frase más chocarrera y ridícula que esa? MIRA TONTITO, ES EL ATLETI QUIEN QUE LE DEBE UNA CHAMPIONS A SU AFICIÓN.  EL FÚTBOL NO LE DEBE NADA A NADIE, SON LOS EQUIPOS LOS QUE LE QUEDAN A DEBER Y SON LAS ORGANIZACIONES Y LAS PERSONAS QUE LO DIRIGEN QUIENES LO MANCHAN NEGOCIANDO Y DECIDIENDO DESDE SUS DESPACHOS RESULTADOS QUE SE DEBERÍAN DECIDIR LIMPIAMENTE EN LA CANCHA… perdón, me alteré. Esto ya es harina de otro costal, un tema que da hasta para un documental investigativo de Discovery Channel. 

Justicia deportiva” es otra frase que está de moda. “Si existe la justicia deportiva el Atleti ganará la Champions” sostuvo Buffon, haciendo esta vez de bufón. Él más que nadie debería saber que el fútbol es impredecible y justo por eso, no hay cabida para la justicia deportiva ni el merecimiento.

Es una falta de respeto al Real Madrid y al madridismo que se diga que el Atleti merece más la Champions que nosotros, que el fútbol le debe una Champions al Atleti, o que por justicia deportiva el Atleti debe ganar y como antítesis, el Real Madrid perder. 

Yo siendo madridista, no osaría decir que el Real Madrid merece más la Champions que el Atleti, porque tengo claro que ambos la merecen. Ambos equipos han sorteado y superado obstáculos y les ha tocado remontar en cuartos de final, han luchado y sudado la camiseta, han caído sobre el césped y han tenido que levantarse de inmediato a correr con el alma, han ido con furia por un balón perdido y se han partido la cara en un balón dividido. Sí, ambos la merecen, aunque algunos quieran hacer ver que el Real ha llegado a Milán en un crucero, sin despeinarse y con una cerveza en la mano, y que el Atleti ha tenido que vencer a Goliat, a un ejército de terroristas y que ha sobrevivido a las diez plagas de Egipto.  

Ya que tenemos claro que ambos la merecen, también debemos tener claro que ambos equipos la quieren. No sé ellos, pero nosotros la queremos por un sentido de pertenencia, porque la sentimos nuestra desde su primera aparición en Europa allá por el año 1955 cuando Don Santiago Bernabéu aburrido de arrasar en todos los campos de España, se dio cuenta de que su equipo estaba para más y mejores cosas. Él supo que el país natal le quedaba chico al Real Madrid, o el Real Madrid era demasiado grande para limitarse o encerrarse en un país; no se equivocó, su club rápidamente traspasó fronteras y se hizo universal.  

La queremos por pura costumbre y tradición, porque es parte de la idiosincrasia madridista nacida aquel apoteósico 13 de junio de 1956, ese día fue el alfa de todo.


La queremos por obsesión y por pura ambición, porque no se puede concebir un madridismo sin ambición, porque diez no nos parecen suficientes y porque nos vemos en la imperiosa necesidad de sumar más, ya que corremos el riesgo de quedarnos con cinco (o con cuatro) si se accede a la petición de retirarnos de inmediato las cinco (o seis) primeras Copas. Disculpen lo confusa y vaga de la información, pero es que aunque la Matemática es exacta, la catalana es otra cosa aparte. Recordemos que el F.C Barcelona publicó en su cuenta de twitter que la diferencia más grande en las principales ligas europeas para el líder de la tabla, era once, refiriéndose a que ellos tenían 76 puntos y el Atleti  67. (76 – 67 = 11 y no 9 como en el resto del planeta). Allí no termina todo, también tienen 28 Copas del Rey, pero a la hora de representarlas en una imagen, colocan 30, supongo que ya están incluyendo la del 2017 y 2018. La cereza del pastel la pone la ridícula y absurda petición de retirar de inmediato las primeras cinco Copas de Europa al Real Madrid y dejarnos solo las cuatro últimas, pero todos sabemos que el Real Madrid tiene diez. (10 – 5 = 4 y no 5 como nos enseñaron en primaria). El chiste se cuenta solo.

El colmo de la desfachatez y la desvergüenza, es que solo piden que se retiren las ganadas por el Real Madrid. Es que hasta en cosas como estas nos juegan sucio. Así de bajos y cobardes son. Claro, como no se sienten segundones, ni acomplejados, ni aplastados por el Ajax, Benfica, Manchester United, Bayern, Liverpool, Juventus, A.C. Milan, y demás equipos que ganaron antes de 1993, pues entonces no tocan las Copas de ellos, porque no les estorba, pero las del Real sí… y te tienes que reír. Tampoco se toca la primera Copa de Europa que ellos ganaron bajo el anterior formato en 1992. ¡Que ocurrencia! A veces es mejor reírse de la gracia del niño para ser condescendiente con su ingenuidad y torpeza.  

La queremos para presumirla y fastidiar a los antimadridistas y para despertarle aún más la envidia, si es que se puede.

La queremos porque con ella el papelón que hicimos en la Copa del Rey y el triste final en la liga, se reducirá a la nada, se recordará, sí, pero lo que más se celebrará será la Champions ganada por undécima vez. La queremos porque sabiéndola nuestra, cualquier problema personal que tengamos, pasará a segundo plano o le restaremos importancia, a mí en lo particular, me quitará al instante lo jodida que estoy por la eliminación de mi equipo de beisbol. Será un dulce aliciente para todos.

La queremos por lo civil o por lo criminal. Por lo civil sería de forma diplomática, controlando el partido con solvencia, partiendo por delante y con el partido resuelto desde el primer tiempo –sí, ya sé que es casi imposible porque no nos enfrentaremos a un equipo de cojos con artrosis, sino ante un digno y gran rival– ¡Que ilusa yo! Lo más seguro es que no se dé de esta manera, entonces tendremos que irnos por lo criminal, con sangre en los ojos y armados hasta los dientes, torciéndole el brazo al enemigo, sin darle tregua ni respiro, empapando la camiseta, las medias y todo el césped de sudor. Que sea una lucha a muerte y que si ellos juegan como equipo, nosotros lo hagamos como una familia. Si juegan como un bloque –como dijo Kroos- pues entonces nosotros debemos jugar como misiles. Si ellos se plantan en el campo como soldados, que nosotros lo hagamos como gladiadores. Si son rudos e “intensos”, nosotros unos viles hijos de puta y cabrones. Si desatan el caos, que nosotros desatemos la guerra y si hay sangre, que corra. Ya después del pitazo final habrá tiempo para secarse el sudor, detener la sangre y curar las heridas, también habrá tiempo para recuperar el aliento y entre risas y abrazos extender las manos, recibir y alzar el trofeo, desplegar las alas y volar al cielo.

La queremos por una cuestión de rivalidad citadina, queremos arrebatársela otra vez al Atleti y demostrarle al mundo, por enésima vez, quien manda en la capital de España.


La queremos porque sí, porque es la hora y el momento, porque ya no queda tiempo para otro duelo, porque se nos antoja cual caramelo y si nos la arrebatan no tendremos consuelo. Sí, queremos la Undécima porque sí, ya luego se nos antojará la docena, pero primero, lo primero.

La queremos para evitarle un disgusto y mal rato a la Copa de Europa, porque sabemos que ella no simpatiza con el Atleti, se ha hecho la difícil con él; en realidad no es que se haga la difícil, ella es difícil, y eso lo sabe muy bien el Real Madrid, sabe que para tenerla tiene que guerrearla sin descansar e insistirle hasta el final, son detallitos que ha tenido presente el Real Madrid en 10 de sus 13 finales y que se le escapan o ha pasado por alto el Atleti. Detallitos como esos, hacen que la Copa de Europa siempre caiga rendida en los brazos de su primer amor. Cosa distinta sucede con el Atleti, a quien le ha hecho dos desplantes. En dos ocasiones ha estado cerca de su casa y ya llegando a la entrada, se le resiste y lo deja allí tirado, listo y alborotado; tal vez percibe la solitaria y fría morada que le tienen reservada y por eso huye despavorida.

El Real Madrid por su parte, tiene que hacer lo propio y debe impresionar una vez más a la Champions, no será fácil, porque el Atleti se pondrá más guapo que en las ocasiones anteriores y hará su máximo esfuerzo para conquistarla, pero para guapos, el Real Madrid, ningún otro. Hala Madrid! Anda, impresiónala, conquístala, enamórala, ya basta de coqueteo y el próximo sábado sácale el sí definitivo y gana esa Copa de Europa de una puta vez.

Sabemos que no basta con hacer de Don Juan y ponerse guapo, sino también comprometidos, concentrados, iracundos, corriendo y peleando cada balón hasta con su propia sombra, acorralando al rival, atormentándole, atacándole sin misericordia hasta que deponga todas sus armas y pida perdón… así los quiero. Los quiero decididos y convencidos de vencer. Lo que no quiero es que les falte actitud, ni intensidad o que salgan a verlas venir, entre otras letanías que ya conocemos. No quiero que se rindan, ni que den tregua por un segundo, no quiero que cedan ni sientan, lo único que deben sentir es el escudo  del Real Madrid arder en su pecho. En el Giuseppe Meazza no hay lugar para dolencias, aunque te muelan a patadas y el odio de ellos te muerda, aunque tus piernas se cansen y el tiempo se detenga, aunque el corazón estalle y desfallezcan tus fuerzas, no te rindas, no dejes de luchar hasta el final, ya lo hiciste en Lisboa, haz lo mismo en Milán.

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