Escribo este artículo minutos después de que Florentino Pérez, haya comparecido públicamente para anunciar la destitución de Rafa Benítez y el ascenso al primer equipo de Zinedine Zidane, después de haber entrenado al Castilla durante año y medio. Independientemente de lo acertado o equivocado de la decisión de la Junta Directiva presidida por Florentino Pérez, y del preocupante mensaje que se emite de que el poder lo tienen los jugadores y son ellos quienes deciden, si quieren o no a un entrenador, voy a analizar la trayectoria y esquemas que ha ofrecido Zidane en su estancia en el Castilla y que probablemente veamos a partir de ahora en el primer equipo.
Durante estos 18 meses el filial se ha caracterizado por su irregularidad, pero también por crear en esta segunda temporada un equipo absolutamente nuevo en el que sólo se mantienen 8 jugadores con respecto al pasado año como son el tercer portero Alfonso Herrero, Lucas Torró, José León, Marcos Llorente, Javi Muñoz, Enzo Zidane, Álvaro Jiménez y Borja Mayoral, y estos 4 últimos fueron ascendidos al filial a mitad de la temporada pasada, incluyendo el fichaje de Odegaard en enero de 2015, los 15 jugadores restantes son nuevos, entre jugadores ascendidos del desaparecido Real Madrid C y algunos del Juvenil A, que hasta ahora ha dirigido brillantemente Ramis, quien ahora parece que se va a hacer cargo del filial, con el objetivo de conseguir el retorno a la Liga Adelante. Por tanto, si algo ha demostrado hasta ahora Zidane es una gran visión para captar talentos de futuro, como también recordamos en el primer equipo cuando recomendó el fichaje de Varane.
La temporada del Castilla el año pasado fue una montaña rusa, en la que empezó horrorosamente mal perdiendo 7 partidos de 8 y llegando a ser colista de su grupo en Segunda B, pero Zidane consiguió remontar la situación y el Castilla cogió una racha espectacular que le llevó a colocarse líder de la categoría en febrero, sin embargo, a partir de ese momento el filial volvió a entrar en barrena, ganando muy pocos partidos y empatando muchos y el equipo acabó sexto a 2 puntos de los puestos de promoción, este año el Castilla lleva toda la temporada en puestos de ascenso, empezó líder pero rápidamente perdió el liderato a favor del Barakaldo, y desde entonces está haciendo la goma con el equipo vasco, pues aunque el líder ha pinchado varias veces, el filial no ha conseguido superarle porque ha empatado muchos partidos.
Zidane ha variado numerosas veces de esquema táctico en sus partidos con el Castilla, incluso ha cambiado de sistema en mitad del partido según las circunstancias de cada encuentro, no obstante los sistemas más utilizados por el astro francés son el 4-4-2 y el 4-2-3-1, en la portería Zizou suele apostar por porteros altos con grandes reflejos como fueron Rubén Yáñez el año pasado y Carlos Abad en esta temporada (el suplente Crannix también cumple ese perfil aunque apenas se le ha visto jugar), también suele poner laterales con mucha más vocación defensiva que ofensiva, caso de Guille Varela o Noblejas la temporada pasada o Dani Fernández, Fran Rodríguez y Álvaro Tejero en este año, también los centrales suelen ser altos, con poderío aéreo y buena colocación, como Diego Llorente o Derik Osede el año pasado o José León y Lienhart este año, incluso a veces ha optado por retrasar como central a Marcos Llorente.
De mediocampo hacia adelante, Zidane siempre ha optado por un mediocentro defensivo que ha sido casi siempre Marcos Llorente, aunque también ha jugado en esa posición Lucas Torró y también suele poner un todocampista, es decir, un centrocampista box to box que se mueve por todas las áreas del campo y que ayuda en las labores defensivas pero también sube al ataque y tiene buen disparo de cara a gol, en esa posición Zidane elegía el año pasado a Sergio Aguza y a mitad de temporada ascendió al primer equipo a su hijo Enzo Zidane y a Javi Muñoz, quienes fueron las revelaciones del año pasado y que este año han seguido en la plantilla, por lo que ellos 2 y Marcos Llorente forman el trío de capitanes del Castilla durante esta temporada.
En la parte de arriba Zizou alterna los extremos clásicos como Álvaro Jiménez o Christian Cedrés o Lazo con interiores, que realmente son mediocentros o mediapuntas reconvertidos como Odegaard o el propio Enzo Zidane, cuando pone extremos puros sitúa a uno de ellos como mediapunta y juega con un único delantero mientras que si apuesta por poner en las bandas a interiores reconvertidos suele apostar por jugar con 2 delanteros en un 4-4-2 clásico, como delanteros Zidane el año pasado apostó gran parte de la temporada por Raúl de Tomás, pero cuando al hoy delantero del Córdoba se le nubló la vista (su último gol con el Castilla data del mes de enero), Zizou decidió apostar por subir al filial a Borja Mayoral y a Juanjo Nárvaez, que este año son jugadores del Castilla, junto con la gran revelación de este año que es el delantero hispano-dominicano Mariano, pichichi del Castilla y del grupo II de la Segunda División B con 12 goles.
En definitiva el Castilla de Zidane se ha caracterizado por su juego ofensivo, aunque ello no por ello el equipo se rompía, porque siempre alineaba en el mediocampo a 2 mediocentros más defensivos que ofensivos para garantizar el equilibro del equipo, también ha demostrado Zizou que suele acertar de pleno con los cambios lo que le ha permitido revolucionar y muchas veces remontar partidos que parecían perdidos y hay que destacar que no le ha temblado el pulso a la hora de sentar a los teóricos titularísimos del filial, los grandes problemas que ha tenido su filial han sido las desconexiones que el Castilla ha experimentado durante algunas fases de los partidos, así como el desastre defensivo defendiendo jugadas a balón parado, que ayer sin ir más lejos le costaron 2 goles al filial.
Ojalá el astro francés consiga solucionar esos problemas y siga manteniendo los buenos síntomas que ha tenido con el Castilla, sentando a los titulares cuando se lo merecían, veremos si en el primer equipo tiene el arrojo y el apoyo necesario para hacer lo mismo, pues de una manera o de otra Zidane tiene ahora la oportunidad de su vida, ya que los jugadores han quedados tan señalados después de cargarse a Benítez, que el fracaso de Zizou sería entendido por la espantosa inercia que lleva la plantilla esta temporada mientras que la consecución de algún título le daría la autoridad necesaria para comandar un proyecto, con la limpia de estrellas que tanta falta hace.
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