El bingo y otras distracciones


¿A qué hora es el bingo? Porque a muchos madridistas algo les tiene que tocar de tantas vueltas que da su veleta—o debería decir ruleta—…

Que si terminó el efecto Zidane…

Que si a Raúl hay que quitarle el carnet…

Que si Neymar es nuestra única salvación…

¿Quién da más? Mejor no digáis nada que puedo ver cómo se levantan las manos en masa.

Vamos por partes. No sé si terminó el efecto Zidane —aunque he de decir que no sería la manera de explicar lo que pasó el domingo contra el Betis—, pero casi acaba el mundo feliz que provocó en todos los antimadridistas y pseudos (no nos olvidemos de estos últimos), el poder criticar a Zidane. ¿En serio? A muchos les gustó el partido (yo no me incluyo), pero para gustos colores; en mi opinión, ante un equipo con la situación del Betis, no puedes permitir perder dos puntos cuando el gol en contra es tan tempranero. Seguimos sin saber qué hacer cuando los equipos se encierran. Pero ¡oye! También hay que decir que si corrieran la mayoría de los partidos como contra nosotros (igual no la mayoría, pero si muchos), no deberían llorar en el tramo final de la temporada.

Por su puesto, el partido no hizo sino avivar el tema Raúl en el candelero, sacando las cosas de quicio porque la prensa lo vale, y se les deja. Otra cosa que no olvidar, y ya se nos acumula el trabajo.

Pero lo mejor estaba por llegar: Neymar vestido de blanco. 

Mis ojos casi se salen de sus órbitas con pocas posibilidades de volver, leyendo los comentarios madridistas al respecto. Sí, ese jugador al que el Sport denominó Mohicano con imagen estrafalaria, carácter prepotente, comportamiento macarra y actitud egoísta, cuando afirmaban su fichaje por el club blanco (ese que no tiene imputados por el fichaje de Ronaldo o Bale…), pero nunca deja de hacer las cosas mal; ¿otro fichaje en el que se equivoca la prensa? Noooo, eso no puede ser. Mira que somos radicales los Mourinhistas… Igual es que la prensa culé es la única a la que se le puede dar crédito (entiéndase la ironía). 

La verdad es, que no merece la pena perder el tiempo entre las letras de los que cobran no por ser periodistas, sino por atizar al equipo más grande. Al equipo que con su envidia sigue generando bilis, aún años después de la marcha del portugués que más pastillas para la acidez propocionó sin ni siquiera proponérselo.

Puedo dejar a un lado a la prensa —o eso creo—, pero los comentarios de madridistas llegando a un orgasmo colectivo imaginándole de blanco… hummm, me cuesta entenderlo. Me cuesta que sea tan difícil de ver que un jugador con su aCtitud (que no aPtitud) y con su comportamiento vaya a ser bueno; que se crea que los árbitros vayan a dejar pasarlo como lo hacen con la camiseta azulgrana. Neymar vestido de blanco supondría sanciones, faltas continuas, inestabilidad constante (como si no hubiera ya suficiente) y prensa aún más “on fire”. Prensa, eso que tanto se criticaba antes, y a muchos ya se les ha olvidado a dónde disparar las flechas; tanto autocrítica va a matarnos, cada vez veo más crecidos al resto y nosotros seguimos dejando que nos ninguneen y encima con nuestros aplausos.

No sé vosotros, pero yo echo de menos hablar de FÚTBOL. ¿Recordáis lo que es? Eso de tácticas, sistemas, posición de los jugadores, alternativas… Es difícil pensar una arenga para el momento que vivimos cuando no se sabe qué es o cómo es, lo que apoyamos.

Quiero apoyar a un equipo de fútbol. Un deporte de once contra once, en el que los lances de juego nos hagan vibrar; en el que se debata qué cualidades se buscan para una posición en concreto dentro de la plantilla que tenemos; en el que la calidad de dicha plantilla se demuestre en el campo y no en los nombres propios… ¿no es esto fútbol?.

Creo que ha llegado ya el momento —aunque solo sea enero— de replantearnos cómo apoyar, sin tener en cuenta nombre propios, afinidades de cualquier tipo o manipulaciones que intenten bombardearnos el cerebro. Dejemos de distraernos con tantos sitios donde mirar olvidando lo que nos trajo aquí. Ha llegado el momento de apoyar única y exclusivamente al Real Madrid.

PD: ¡Ah! No se me puede olvidar que nada es blanco o negro, que el apoyo a FP no implica dejar a un lado las malas decisiones que toma. Y lo mismo para Zidane y Raúl, sus fallos no borrar lo que hicieron y las cosas buenas que siguen haciendo. Dejemos de insultar a nuestros jugadores (y exjugadores) por creernos por encima de ellos —las cuotas de socio no incluyen insultos—.

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