Bale apela al clavo ardiendo


Llego el Madrid a Vallecas para un partido trampa en todos los sentidos,la posición en la tabla del rival así como su estilo de juego contra los grandes invitaba al Madrid a una sabrosa goleada con la que agarrar aunque fuera temporalmente el liderato.Sin Casemiro,Cristiano y Carvajal de manera forzada,y con Modric y Ramos descansando de cara a Europa,el Madrid salió a Vallecas con un centro del campo lleno de sorpresas (Isco de interior derecho,Kroos como mediocentro y el casi desaparecido Kovacic en la izquierda) y con la aparente intención de llevarse los tres puntos por la vía rápida.

Tardaría poco el Madrid en dar el primer aviso con un disparo lejano de Bale, así como varias internadas en esa banda izquierda poblada por Marcelo-Kovacic-Jese que parecía querer compensar los goles de Cristiano con una dosis de sacrificio y osadía. No parecía mal el asunto hasta el primer fallo defensivo de Danilo.

Y es que Danilo representa fielmente lo que es el Madrid esta temporada: Poderoso arriba (tiene la mejor media de goles y asistencias de todos los defensas de la Liga) pero frágil atrás; Bebe le quebró con campo abierto, se fue de Pepe y dejó el balón con clase para que Embarba lo alojara en la portería de Keylor. Y poco después, tras un mal despeje de Varane en un córner, Miku ponía distancia en el marcador y daba una bofetada al Madrid en sus aspiraciones ligueras.

Eran minutos complicados para el cuadro de Zidane, que vio como su equipo movía inofensivamente la pelota y ante cada robo del Rayo la posibilidad de un tercer tanto y final definitivo del campeonato tocaba fuertemente a la puerta. El Madrid es muchas cosas esta temporada, pero no un equipo tranquilo y sereno: Los golpes le dejan grogi muchos minutos.

Y ante ello, apareció el gran señalado de la semana, aquel que en su tiempo libre juega a un deporte tan peligroso para el cuerpo de un atleta como es el golf (nótese la ironía) para cabecear un córner y dar aliento y esperanza al Madrid: Había partido. Un día tendrán que hacer la recopilación de la cantidad de goles a balón parado que marca el galés, porque es una de las armas más potentes que tiene el conjunto blanco.

A partir del gol el Madrid comenzó a imponerse sobre el campo: Kroos e Isco empezaron a acaparar el balón y con su ausencia los de Vallecas son mucho más inofensivos. El Madrid empezó a empujar al Rayo contra su área en un fin de primera parte que trajo consigo la mala noticia de la lesión de Benzema. La BBC es mortífera, quizás incluso más que sus rivales del Camp Nou, pero también es de cristal.

La segunda parte empezaría exactamente igual que el final de la primera, con el Madrid empujando al Rayo atrás, y a los pocos minutos sería el hombre que había entrado por Benzema, Lucas Vázquez, quien pondría el empate con un soberbio cabezazo. Lo de Lucas tiene un mérito tremendo: El más bajito de los atacantes, jugando de extremo izquierdo, y rematando un perfecto centro de Danilo (léase la descripción del brasileño más arriba) a la escuadra de la portería rayista.

Con el empate el Rayo empezó a pegarse tiros a sí mismo; su gran arma durante la primera mitad había sido la falta de salida del Madrid (ausencia de Ramos y Modric) y la poca fe en la remontada mostrada muchos minutos ante esa crucial ausencia de Cristiano, que hacía al Madrid precipitarse e intentar poner balones imposibles a sus delanteros, que casi siempre acababan en contras peligrosísimas. El Rayo adelanto líneas y dejó una enorme estepa a sus espaldas que daban la sensación de que un único buen pase dejaría a un atacante del Madrid solo contra el portero.

Y así era, las ocasiones de Bale, Jese y Lucas se sucedieron durante varios minutos, dando la sensación de que la remontada era inminente. Pero no terminaba de llegar y el Rayo aún tenía peligro en sus llegadas, con lo que Zidane hizo el cambio más extraño de la tarde.

Cuando todos esperábamos la entrada de James por Kovacic para quemar las naves y asediar el área rival, Zidane metió Modric por Jese, dejando al Madrid sin delantero y permitiendo a Lucas y Bale flotar por todo el frente de ataque. Resultaba irónico ver a dos jugadores de banda puros como son ellos, tan perfectos a la hora de meter centros a un delantero, caracolear por todo el área a pierna cambiada y volviendo locos a la zaga del vecino madrileño.

El caso es  que el cambio funcionó: El Madrid agarró el balón para no soltarlo y aunque las ocasiones de gol no eran tan claras como en los minutos iníciales, el Rayo ya no tenía peligro y apenas podía trazar jugadas ante la presión blanca en cada pérdida. La entrada posterior de James por Kovacic podía haberse hasta ahorrado: Instantes después Bale interceptó un mal pase de Embarba, tiró un autopase y marcó el gol de la remontada. 
Los últimos minutos desembocaron en un quiero y no puedo del Rayo que se volcó descaradamente al ataque. Fue una pena la ausencia de Cristiano porque se hubiera hinchado a goles en ese tramo final, pero nuestro galés ha demostrado estar a la altura; fue el que más creyó durante el partido y casi cada ocasión le tenía como protagonista ya fuera en el disparo o en el pase previo.

En conclusión una remontada a la antigua, de esas que permiten sacar pecho por este equipo. Europa espera.

Like This Post? Please share!

  • Share to Facebook
  • Share to Twitter
  • Share to Google+
  • Share to Stumble Upon
  • Share to Evernote
  • Share to Blogger
  • Share to Email
  • Share to Yahoo Messenger
  • More...

No hay comentarios :

Leave a Reply

Scroll to top
Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. OK | Más información