Pajas mentales


Eso parece haber sido toda esta temporada, desde las impresiones durante la racha de imbatibilidad hasta enero, y posteriormente desde ahí hasta el 13 de Mayo cuando nos veíamos eliminados en nuestra propia casa ante el rival, a priori, más débil al que nos podíamos enfrentar en semifinales. Muchos nos sorprendíamos igual por ser el equipo vendido por la prensa como el más asequible sin dudas, aunque Morata demuestre todo lo que vale en un gran equipo italiano, pero en el fondo -se reconozca o no- teníamos nuestras dudas acerca del pase a la final. Será difícil olvidar el sentimiento de agachar la cabeza, suspirar intentando coger el mayor aire posible y al subir la mirada, que lo primero que vean tus ojos sea un 1-1 en el vídeo-marcador.

Se puede reconocer la mala suerte, pero cuando esta se repite de manera continuada… se convierte en tendencia. ¿Acaso el Real Madrid no es capaz de solucionar una tendencia que se ve año tras año? Lesiones, bajo rendimiento, comportamientos individuales… Suma y sigue la misma monserga de cada temporada, porque la campaña anterior acabó felizmente con La Décima, y aún así muchos pedíamos limpieza a fondo que nunca llegó. El resultado se está demostrando ahora, cuando muchos creímos en 2014 en que el rendimiento no iba a bajar, no solo bajó, sino que desapareció cuando más se requería. Esta opinión puede compartirse, debatirse o estar en contra sin dar opción a argumentos, de lo que no cabe duda es que el madridismo tal y como le conocemos no ayuda al equipo.

No ayuda al equipo, que una grada, que se supone de animación como la denominan, esté minutos y minutos en silencio tras el gol encajado, que un capitán -al que la prensa por intereses no deja de defender- sea coreado durante prácticamente quince minutos antes del comienzo del partido, que el aficionado sentado junto a ti en el estadio critique cada fallo de Bale sin reconocer qué hace bien mientras sus jugadores favoritos tampoco hacen su trabajo… ¡Ah! Debe haber clases y “con lo que nos ha dado”, “qué magia”, ¡su número de goles es inhumano!” provoque el no merecer crítica, autocrítica mejor dicho. Si se critica el significado automático es que debemos echarle -como si nosotros pudiéramos- o por el contrario ofrecerle un contrato vitalicio.

No consintamos que se rompa el legado que Iker pretende dejar en el vestuario y que tantos buenos frutos está recibiendo.

Ese madridismo tan puro en el que la pipas están prohibidas pero insultar a un jugador a su salida está bien hecho, ese madridismo que decide cómo nos debemos comportar con el dinero que nos hemos gastado en un abono o una entrada pero critican que cr7 abandone el campo sin despedirse de la afición mientras que Iker puede revelarse contra la misma… Si fuera capitán seguro que no se le permitirían…

¿Y de verdad el problema solamente lo tiene la prensa? Si fueran los únicos que defienden a sus amigos…

Empecé este artículo hablando de la temporada en pasado a falta de dos jornadas, y con la posibilidad -aunque sea matemática- de poder ganarla, porque no seré de las que hable de creer y luego busque excusas para apuntalar mis argumentos, porque un posible año en blanco debe servir para cambiar el siguiente y no para cometer los mismo errores, la excusa del pasado ya se esfumó.

La exigencia y la autocrítica nos definían porque hacían más grandes al equipo, pero ¿ahora? Ahora solo los amigos cuentan, mis opiniones son las que tienen peso y no hay reproches para mis jugadores.

Salvé a James en Turín, en Madrid desapareció.
Salvé a Kross el miércoles, muchos partidos sin Luka el centro del campo se desmoronaba.
Esperaba a Bale en las finales, a lo que me acostumbró el año pasado, y no ha aparecido.
Defiendo la técnica de Karim, aunque este año haya sido como el Guadiana.
Defiendo los espectaculares números de Cr, aunque le siga esperando en los grandes partidos….
¿De verdad el Real Madrid tiene que tener tantos peros?
¿De verdad a esta plantilla no se la puede criticar por no obtener resultados?
¿De verdad no podemos argumentar sin fusilar ni comparar con nadie?

Es una pena oír que no se lee la prensa basura de la capital, cuando cala tanto lo que dicen día a día.

Que siga la defensa a los capitanes, a los resguardados por los panfletos y se siga sin ver los problemas ajenos al entorno porque, el entorno cambia pero el interior permanece haciéndose cada vez más fuerte.

Para mí, ser del Real Madrid es poder criticarlo con argumentos, no con sentimientos pasionales que tiene un niño de 10 años, ser del Real Madrid es sentirse orgulloso en lo bueno y en lo malo, defendiéndolo contra todos los que nos odian simplemente por saber que somos el equipo más importante de mundo, eso… es algo que los demás no podrán sentir nunca.

Dejemos a un lado las pajas mentales y critiquemos cuando hay que hacerlo.

HALA MADRID Y NADA MÁS

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