Llegamos a la recta final de temporada más vivos que nunca en las 2 competiciones disputadas, pues a finales de abril nos encontramos a 2 puntos del Barça en Liga y en semifinales de Champions. Es el segundo año consecutivo en el que llegamos a mayo vivos en las 2 grandes competiciones de nuestro país, pero también es el segundo año consecutivo en el que llegamos a los meses decisivos de la temporada con numerosas bajas en forma de lesión, ya sea por mala suerte o por la sobrecarga de minutos de determinados jugadores lo cierto es que raro es el partido decisivo al que llegamos con todos los jugadores de la plantilla disponibles.
Esta sobreexplotación de determinados jugadores es causada por la poca confianza que demuestra el entrenador en los suplentes, ya pasó el año pasado con Morata, que solamente empezó a tener minutos a raíz de la lesión de Jesé Rodríguez y este año le ha pasado al propio Jesé, que ni siquiera ha contado con minutos cuando han estado lesionados Benzema y Gareth Bale.
Pero el gran protagonista de esta recta final de temporada está siendo Chicharito Hernández, quien ha jugado en el mes de abril más del doble de minutos que en toda la temporada, ello es el máximo exponente de que Carletto tiene claro su once titular si no hay bajas, y que el resto de la plantilla solamente tendrá opciones en caso de ausencias por lesión o por sanción de los titularísimos.
Los jugadores no habituales pueden tomarse esta suplencia como una afrenta personal, tal y como ha demostrado Isco con sus declaraciones posteriores al partido del sábado o como una oportunidad para estar alerta en todo momento por si el equipo les necesita, como ha hecho el delantero mexicano durante toda la temporada en la que raro ha sido el entrenamiento voluntario al que no ha asistido Chicharito. Gracias a esa actitud de compromiso, el mexicano ha sabido responder con goles y asistencias cuando el míster ha tirado de él para suplir las bajas y gracias a esa incansable lucha de no rendirse nunca, hoy en día se habla de la posibilidad de comprar al mexicano en propiedad.
Hay un gran contraste en la manera en la que han asimilado la suplencia un canterano como Jesé Rodríguez y un foráneo como Chicharito, mientras que el mexicano nunca se ha quejado de su condición de suplente habitual a pesar de tener promedios de goles por minuto muy superiores a muchos delanteros de primera. Jesé que no hace tanto que salió de una larga lesión de rodilla, no hace el más mínimo esfuerzo en ocultar su cabreo por los escasos minutos que juega y tampoco es que haya aprovechado los minutos que ha tenido, solo recordando la ocasión que falló a puerta vacía contra el Villarreal nos daremos cuenta que le iría mucho mejor si hablara menos y rindiera más, pero es lo mínimo esperable de alguien que tiene como representante a Ginés Carvajal, pues ya dice el refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”.
Yo tampoco creo que esta irrupción inesperada de Chicharito le vaya a garantizar ser titular indiscutible cuando regrese Benzema, pues el delantero francés tiene infinitamente mucha más calidad que el mexicano, por lo que seguramente volverá a la titularidad cuando se recupere de su lesión, pero eso no impide que la aparición estelar del mexicano sea una gran noticia para el equipo porque amplía enormemente el abanico de opciones en el ataque, ya que las opciones en las delanteras dejan de reducirse únicamente al tridente formado por Cristiano, Bale y Benzema, pues estando Chicharito en el extraordinario momento de forma en el que se encuentra actualmente, dejaría de ser dramática la ausencia de cualquier miembro de la BBC, incluso se abre la posibilidad de jugar con 2 delanteros como Chicharito y Benzema flanqueados en las bandas por Bale y Cristiano.
Y este es el gran mérito del delantero mexicano, que después de haber llegado al Real Madrid casi sobre la bocina del pasado mercado de fichajes y en calidad de cedido y a pesar de haber tenido poquísimos minutos durante toda la temporada, mientras otros se desesperaban por su escasez de minutos, él jamás dejó de creer en que llegaría su momento de gloria, ese en el que tras una eliminatoria ante el Atleti le permitió de una sola tacada convertirse en héroe por accidente, reivindicarse como opción real para ser titular cuando estén todos al 100% y abrir el debate sobre si debe o no ser comprado. Y es que parece que algunos o no entienden o no quieren entender que si un suplente habitual quiere cambiar radicalmente su condición en el equipo, solamente lo conseguirá con trabajo dentro del campo, nunca con cabreos infantiles ni con retadoras declaraciones y filtraciones fuera del campo.
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