Era la crónica de una campaña anunciada, recién finalizado el clásico, en la grabación del podcast post partido (por cierto muchas gracias por el gran seguimiento que tuvo) ya nos aventurábamos algunos a predecir que se avecinaba una campaña pro Isco, o mejor dicho, una campaña anti Bale.
No es que seamos adivinos ni que hayamos pedido que nos eche las cartas Aramís Fuster, es que la experiencia como madridistas nos ha hecho entender que la prensa nunca va a dejar de intentar mangonear con fines lucrativos en nuestro club, aunque el buen momento futbolístico del mismo pareciera conllevar una paz merecida.
En este caso la víctima perfecta es Bale. Varios son los motivos propiciatorios:
- Fichaje millonario de Florentino.
- Lesionado, por lo que no puede defenderse en el campo.
- Jugador que no concede demasiadas entrevistas a la prensa, entre otras cosas por no conocer el castellano.
- Jugador que potencialmente le cierra la puerta de la titularidad a Isco (jugador español de gran talento y por tanto bien acogido por la prensa).
Para sustentar la suplencia de Bale y la consecuente titularidad de Isco, se esgrime desde los medios el gran rendimiento actual del malagueño, el mayor equilibrio que otorga el 4-4-2, la mayor calidad asociativa del ex del Málaga y los últimos buenos resultados obtenidos por el equipo.
Yo no negaré que Isco es un jugador de una calidad técnica excepcional y con un talento natural que le coloca entre uno de los jugadores con más potencial para el futuro. De hecho este texto lo último que pretende es hacer de menos al malagueño, un jugador que está experimentado una evolución muy elogiable incluso a nivel defensivo pese a sus evidentes hándicaps a nivel físico.
Lo que si pretende este texto es mostrar la opinión de que Bale debe ser un jugador indiscutible en la alineación titular. Creo que Ancelotti que ya ha demostrado su personalidad e inteligencia y todo parece indicar que empieza el equipo titular con la BBC, y después va colocando el resto de piezas. Pero analicemos el rendimiento de Bale desde su llegada al Real Madrid.
El año pasado llega a un club de la dificultad del Real Madrid el último día de mercado sin haber realizado pretemporada. Tras 44 partidos logra 22 goles, entre los mismos los goles de la victoria en la Copa del Rey y en la Décima. Adicionalmente, desmintiendo su calidad asociativa reparte 17 asistencias. De esta forma se convierte en el segundo máximo goleador del equipo y el segundo mejor asistente. Esta temporada tras un comienzo irregular ya ha protagonizado 5 goles y 5 asistencias en 12 partidos.
Pero para los que de forma correcta defiendan que el fútbol no son solo los fríos números analicemos y razonemos su indiscutibilidad desde el análisis futbolístico más lírico. Gareth Bale es un jugador que pegado en la derecha libera de forma descarada a Ronaldo cuando éste está pegado en la banda contraria ya que al atraer una marca fija más la ayuda de otros jugadores dificulta de forma notable la basculación del equipo contrario para operar el mismo sistema de ayudas cuando le llega el balón a Ronaldo. Por decirlo de una forma sencilla, convierte al Madrid en un equipo tan ancho que no hay manera de abarcarlo y el rival debe elegir desatender a alguno. Adicionalmente, esta temporada el míster italiano ha probado juntar a los dos cracks en una sola banda y el desbarajuste que provocan puede alcanzar dimensiones considerables. Buena prueba de ello fue el primer tiempo ante el Atlético en el que el Madrid desarrolló un juego espectacular y desarboló el mejor sistema defensivo en el mundo. Por tanto, Bale es un jugador que incluso jugando mal condiciona al rival y aporta cosas. En el marco de la BBC ayuda a dotar a la misma de una riqueza táctica que dificulta enormemente el trabajo al entrenador rival, ya que los cambios de posición entre los 3 genios son continuos.
Se hace ilusión a que el equipo con Bale se parte, sin embargo la mayor prueba de fuego que ha tenido el Madrid en este ciclo, la pasó con Bale en el campo cerrando en 4-4-2 y goleando al Bayern en su propio campo. En esa ocasión Bale, además de mostrar su poder ofensivo, evidenció que puede sacrificarse en aquellos pocos partidos en los que el equipo debe defender con 4 medios.
También se argumenta que pese a lo demostrado por Bale, el buen momento del equipo aconseja sus suplencia. Sin embargo se olvida de forma miserable, que el último partido de Bale antes de su lesión fue uno de los más espectaculares hasta el momento, el del Athletic en casa que se resolvió con goleada merengue y un partido grandioso del galés.
Gareth Bale es un jugador espectacular con una capacidad de desequilibrio diferencial y una productividad que le coloca entre los 5 mejores jugadores del mundo. Además ya ha demostrado ser capaz de brillar y aparecer en los momentos más decisivos. Un jugador así, mientras esté a su nivel, nunca debe ser suplente en el Madrid en los partidos decisivos.
No caigamos los madridistas en el juego de la prensa. No hagamos nuestros sus desprecios hacia Bale ni castiguemos a Isco para hacer contrapeso. La temporada es muy larga y habrá partidos para todos y todos serán en algún momento necesarios. Unos más que otros. Eso sí, la BBC no me la toquen. ¡Hala Madrid!.
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