Eterno debate el que de unos días para acá, tras la publicación de los enfrentamientos en la copa de SM Rey, nos trae con que si Copa sí Copa no y #APorLaCopa … ¿de verdad ese es el debate? Ah no! El debate es si Marcelo faltó al respeto a los jugadores del Cornellá, o si los taconcitos están permitidos en el fútbol actual o si por ser superior no mereces celebrar los goles o las victorias.
Agotada ya de debates dentro y fuera de tuiter, entre podcast y páginas webs, ¿por qué no se habla de fútbol? ¿Nos hemos subido al carro de las tertulias “deportivas” en televisión? ¿Ese circo tan criticado ahora está bien visto? Si en algo ha vuelto Franco es en conseguir desviar la atención de lo que realmente importa: gestionar la plantilla para que en abril, el manido discurso de “llegaron fundidos” no valga de excusa ante los títulos perdidos.
Para mí el sistema está muy claro, 4-4-2 en fase defensiva y 4-3-3 en ofensiva. Así sobre el papel es muy fácil, pero para que de resultados en el campo hay que correr y sobretodo, saber cómo y cuándo hacerlo. En el clásico se escucharon olés, olés de ver como el mejor equipo de la Historia durante años - para juntaletras nocturnos y trasnochados - iba detrás de la pelota pero ¡cuidado! eso no es fútbol y muchos sectores madridistas criticaban ese control del partido, los mismos sectores que critican que la liga inglesa sea un corre calles y han interiorizado el cespeT fútbol como una opción que el equipo blanco no ha conseguido. ¿De verdad? ¿De verdad criticamos un estilo que luego pedimos pero como nos guste a cada uno?
Carlo siempre ha sido muy sutil, ha sabido manejar situaciones dando zascas inteligentes que nuestros ciudadanos periodistas tardaban horas en entender. Para mí se está descubriendo como un Mourinho en la sombra, que manipula y maneja a su antojo a la prensa sin darles tiempo a reaccionar. Y esto por mucho que duela al otro lado del río, al otro lado de la nación o simplemente al otro lado del ordenador del que escribe…es así.
La grandeza del fútbol, o por lo menos del que estamos viviendo ahora mismo, es contrarrestar las críticas fuera y dentro del campo. La forma en la que lo hace Carlo es señorío, no aguantar quejas de un 2B porque sí, defender a un intruso en el fútbol como Zidane donde tiene que hacerlo y por supuesto un “le cambié y sin preguntar” hacen que Carlo dé lecciones día a día para quien quiera verlas.
Lecciones, lecciones que aún no somos capaces de interiorizar algunos porque es más fácil hacerlo con todo lo que nos entre por los ojos leyendo panfletos o televisión. Lecciones que desde la llegada de Mou deberíamos recopilar para no olvidarlas. La memoria del madridismo no es solo selectiva, es muy corta y tanto insisten en borrar La Décima que al final vamos a creer que solo fue un sueño.
Disfrutemos de escuchar, de debatir como gestionar recursos y rotaciones dejando a un lado las opiniones periodísticas que hace tanto tiempo ya dejaron de informar. Seamos consecuentes con nuestras opiniones porque buenas o malas, mejores o peores debemos defender con argumentos por nuestro equipo, no por conseguir más seguidores, más descargas o más debates absurdos que nos alejen de nuestro objetivo : defender al Real Madrid como se merece, con argumentos y demostrando que nosotros, su afición, está por encima de las demás.
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