¡QUE NO ESTAMOS TAN MAL!

Recién acabamos de iniciar octubre y por lo escuchado desde ciertos sectores de la prensa el Madrid se debería plantear tirar ya la toalla. Somos un equipo que no sabe a lo que juega, en el que el entrenador no decide nada y  que dejamos todo en manos de la providencia y de la pegada. Según dicen estos “entendidos” de nuevo Florentino ha decidido cargarse un equipo campeón vendiendo a Di María y Xabi Alonso para fichar a jugadores capricho como Kroos y James, “que no hacían falta”. 

Sin embargo, sin tener que hacer una ardua labor de retrospectiva puesto que solo debemos trasladarnos un año atrás, los mismos titulares rimbombantes anunciaban el mismo albor de la hecatombe hace un año cuando de nuevo Florentino había vendido por capricho a Ozil e Higuaín, fichando al innecesario Bale dejando en el equipo al entonces pérfido Di María. Entonces el equipo ya había caído con el Atlético en casa y había pinchado con el Villarreal. Fechas después perdería en el Nou Camp inmerecidamente despidiéndose para algunos de una liga que tuvo en sus manos unos meses después y que dejó escapar probablemente por las inoportunas lesiones que asolaron el equipo en el tramo más decisivo.

Ese equipo, que nada bueno vaticinaba, ganó la Décima y la Copa del Rey y, como comentaba antes, de milagro no se llevó el triplete. Un año después para estos ciudadanos periodistas (término acuñado por el gran Richard Dees) Carletto ha vuelto a perder el rumbo por el irregular juego y resultados atesorados por el equipo en este inicio de temporada, pero vayamos a los hechos, o como dice Simeone partido a partido:

Después de ganar al Córdoba en un cómodo y aburrido partido en el Bernabéu, el Madrid jugó en San Sebastian la mejor media hora que le recuerdo en muchísimo tiempo. De esa media hora el Madrid sacó una renta de 2 goles, que bien podría haber sido de 4 o 5. Después de perder ese fulgor físico – algo lógico cuando por culpa del mundial el grueso del equipo no ha hecho pretemporada- el Madrid se hundió perdiendo el partido. Dos semanas después, tras el odiado virus FIFA, el Madrid completó un primer tiempo de una brillantez absoluta ante el Atleti. Sin caer en exageraciones, durante esos 45 minutos desarboló con puro futbol el mejor sistema defensivo del mundo. Sólo el desacierto ante la meta rival evitó que nos fuéramos con 2 o 3 goles de diferencia. En la segunda parte llegó el bajón físico y en una jugada aislada caímos con el rival capitalino.

Tras ese duro golpe hemos metido 8 goles en La Coruña (primera vez que metemos 8 goles fuera de casa en liga) dando un auténtico espectáculo ofensivo, 5 goles al Elche en un aburrido partido pero en el que se evidenció la mejora física del equipo y hemos ganado en Villarreal 0-2  resistiendo con dos obras de arte en forma de gol, un primer tiempo de un Villarreal brillante y que decidió vaciarse en esos 45 minutos y mostrando en la segunda parte una versión a la que no teníamos acceso el año pasado y es la de poder dormir un partido moviendo el balón de lado a lado y acabando con el rival a nivel físico y psicológico. Ese mismo Villarreal le había tirado unas semanas antes 3 veces al palo al “gran Barcelona de Luis Enrique”.

En Champions hemos ganado 5-1 al Basilea (equipo que ha vencido al temido Liverpool) dando un espectáculo absoluto y ayer en un feo partido vencimos al Ludogorest que si bien, nos creo más problemas de los esperados, con un índice de acierto medio y exhibiendo su “afamada pegada” el Madrid hubiera metido 4 o 5 goles. Pero es que ya muchos desprecian  ganar este tipo de partidos fuera de casa, cuando el Barsa solo ha ganado 4 de los últimos 14 partidos lejos del Camp Nou en la mejor competición del mundo.

Creo que los madridistas debemos ser críticos con el equipo. Es indudable que estamos recibiendo demasiados goles de estrategia (los mismos ya que en todo el año pasado), que hay ajustes importantes que hacer en defensa (lograr defender en 4-4-2) y que algún jugador no pasa su mejor momento (estamos en octubre). Pero creo que tan grave como caer en ser acríticos es dejarnos llevar por una prensa que en parte desconoce los fundamentos del futbol y en otra parte está envuelta en campañas movidas por intereses que van más allá de filias o fobias u opiniones futboleras.

No ser optimistas con un equipo campeón de Europa que ha incorporado a Kroos y James es algo que me cuesta entender. Estos jugadores, aparte de añadir una calidad increíble a la plantilla y de venir con el estómago vacío de triunfos con el Madrid, nos permiten desplegar una versión desconocida en este equipo otros años y es la de dormir un partido con el balón que tan importante es cuando el equipo está fatigado o quiere minimizar las ocasiones en contra por tener ya el resultado querido. Con Di María en el equipo simplemente era imposible por ser un gran jugador especialista en desordenar lo propio y lo ajeno.  Creo que esta versión le hubiera dado 2 Champions al Madrid de Mou, sobre todo en la que caímos por penaltis contra el Bayern después de ponernos 2-0 en el Bernabéu y ser incapaces de someter con el balón a los alemanes una vez que el equipo pagó el bajón físico ocasionado por el esfuerzo de ganar la liga 3 días antes en el Camp Nou.

Creo que no debemos valorar sólo lo que ya hemos visto esta temporada, que en mi opinión ya hemos disfrutado de tramos enormes de fútbol, sino lo que se intuye que va ser este equipo cuando haya pasado el tiempo necesario para que todo esté conjuntado. Tenemos los jugadores y el entrenador perfectos para ello. ¡Hala Madrid!

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