Uno de los principales protagonistas del año mágico que los madridistas hemos vivido, ha sido el segundo capitán del equipo, don Sergio Ramos García, quien ha marcado goles históricos como los anotados en las semifinal y final de este último Mundial de Clubes, aunque los que siempre perdurarán en nuestra memoria son los 2 inolvidables goles que le endosó al Bayern de Múnich en el Allianz Arena en esa semifinal de Champions que nos permitió llegar a Lisboa, donde el defensa sevillano salvó los muebles a los que nos había llevado el imperdonable fallo de Casillas y el posterior poco acierto de los delanteros, en el eterno minuto 93 en el que todos los madridistas alcanzamos el éxtasis futbolístico.
Sergio Ramos siempre ha sido un defensa muy activo en labores ofensivas tanto cuando jugaba de lateral como cuando fue reconvertido al centro de la defensa, como demuestra el hecho de haber marcado los mismos goles que Iniesta (52) en casi 100 partidos menos. Sin embargo, Ramos también tiene sus sombras como las subidas alocadas que hacía en un pasado reciente o su triste liderazgo entre los jugadores más expulsados de la historia del Real Madrid.
Afortunadamente, el defensa sevillano ha ido puliendo todos estos impulsos que tantos disgustos e incluso algunos puntos costaron al equipo y de un tiempo a esta parte Ramos se ha convertido en uno de los mejores defensas del mundo hoy en día, pues ha mejorado sobremanera su rapidez al corte, su colocación y sobre todo, su juego aéreo tanto defensivo como ofensivo, que tantas alegrías nos ha dado en este último año, con esos inolvidables goles en Múnich, Lisboa y Marrakech.
Más allá de lo puramente futbolístico, el liderazgo que ejerce nuestro segundo capitán sobre el resto de los componentes del vestuario es incuestionable, con lecciones de raza tan admirablemente temerarias como jugar la final del Mundial de Clubes del pasado sábado contra el San Lorenzo de Almagro, con una “roturilla muscular” como él mismo la denominó. El hecho de arriesgar el agravamiento de su lesión muscular para jugar la final del único título que le quedaba por ganar, puede ser visto como un riesgo innecesario y egoísta con sus compañeros pero, a mí me parece un gesto de esfuerzo y de compromiso encomiable supeditar el riesgo de empeorar su lesión a la consecución de un nuevo título para las vitrinas del equipo que sería el culmen de su trayectoria personal al conquistar el último título que le faltaba por ganar, antes que reservarse para futuros compromisos a riesgo de no volver a disputar un partido como éste.
Además entre las cualidades humanas de Sergio Ramos no está precisamente la discreción y la hipocresía de no decir lo que se piensa, aunque ello granjee enemigos, por lo que hay numerosos ejemplos en los que Ramos ha defendido los intereses del equipo aunque ello le pueda costar enemistades o tensiones con periodistas, compañeros de selección, autoridades federativas,...
Por lo tanto, en mi opinión en esta época que echamos en falta un verdadero capitán que defienda los intereses del club cueste lo que cueste podemos estar seguros que durante unos años tanto Cristiano Ronaldo como el héroe de la Décima no les temblará el pulso para defender al equipo cuando la situación lo requiera, como ya han hecho más de una vez, por ejemplo, tras la calamitosa actuación arbitral de Undiano Mallenco tras el 3-4 del Clásico liguero de la pasada temporada en el Bernabéu, en el que el primer capitán del equipo, tal y como nos tiene acostumbrados, no se atrevió a defender los intereses del Real Madrid para no generar polémica.
En conclusión, con la leyenda del madridismo en la que se ha convertido Sergio Ramos durante todo este año, los madridistas tenemos garantizado central y capitán para varios años, el cuál con más o menos acierto defenderá nuestro escudo por encima de todo pese a quien le pese y servirá como ejemplo a muchos canteranos y recién llegados sobre la garra y entrega que todo jugador que vista la camiseta del Real Madrid tiene que demostrar.
Por todo ello, esperemos que su renovación contractual se resuelva lo antes posible ya que tanto a él como al club les conviene centrarse en lo verdaderamente importante, que no es otra cosa que seguir ganando títulos que amplíen el grandioso palmarés de ambos.
"..en el eterno minuto 93 en el que todos los madridistas alcanzamos el éxtasis futbolístico"
ResponderEliminaresta frase la lees y se te pone durisisma. TOP