No os hablaré de digestiones, ni de siestas en el sofá del salón. Ni de mariposas, ni de hamacas, y en caso de citar algún libro, os recomiendo las Leyendas de Bécquer, que vienen muy al caso, porque en algunas de ellas habla de fantasmas.
Yo también escribo por necesidad, por desahogo. Seguro que con un estilo menos ornamental, (no me da el nivel para ello), buscando el epíteto más rimbombante, fonéticamente hablando. Hay gente que escribe, y otros que lo intentamos, sobre todo, cuidando la sintaxis.
Se puede leer en Twitter a esos santos padres del Nuevo Madridismo, que han florecido cual margaritas a la llegada de la Primavera. Se creen los gurús y guardianes de la verdadera esencia del club. Es el tuitero margarito. El tuitero margarito, es la evolución al estilo pokemón, del pipero, con el que niega cualquier vínculo, más por aparentar, y por la soberbia de creerse un espécimen único y de nuevo cuño.
Al tuitero margarito, se le reconoce por ese aire de superioridad moral que transmite. Podría sobrevivir sin tomar alimento líquido o sólido, casi sin respirar, porque su ego y autosuficiencia intelectual, le sobraría como combustible vital.
Yo si vi a David el Gnomo. No me perdía un capítulo. No me avergüenza reconocer, que a punto estuve de llorar en el último episodio, al ver como David y esposa se transformaban en árboles y permanecían juntos para la eternidad. A los margaritos, la realidad deportiva los ridiculiza. No parece importarles, no se ocultan, están orgullosos de pervertir y desvirtuar, los valores del club, al que tan bien parecen conocer, y del que tanto pontifican. Mejor cinco años en blanco, haciendo las cosas bien, que cinco Champions en negro……tal cual.
El tuitero margarito tiene un estilo reptiliano que se arrima al sol que más calienta. Y lo saben, ya lo creo que lo saben. Con su diccionario de sinónimos y su pulcra sintaxis, vestidos de esmoquin frente a la pantalla del ordenador, sentando cátedra madridista, fijando el código de buena conducta del verdadero y auténtico aficionado merengue.
El tuitero margarito se cree la personificación del Real Madrid. Quizás le dieron ellos la idea a Juan Padrós en 1902, de fundar el club. Quizás, incluso fueron los primeros jugadores que se pusieron la camiseta. Todavía no son muchos, pero van ganado adeptos. Aquí en Meritocracia les quitaremos la careta.
Niños, alejaos del margarito. No consintáis que estos expertos en gramática española dicten como debéis sentir vuestro madridismo. Leed Meritocracia Blanca, o lo que queráis, dios me libre de deciros que tenéis que escuchar o leer. Aquí ni hacemos vino, ni lo tomamos. Ni damos lecciones, ni nos dan guiones.
El tuitero margarito se cree el mayordomo de Florentino. Son más florentinistas que el mismísimo presidente. Han esculpido a golpe de tuit y artículos, los 10 mandamientos del Ser Superior:
1. El Club es de sus socios sobre todas las cosas.
2. No tomaras la Universalidad del club en vano.
3. Santificarás la Lista Forbes.
4. Honraras a los Mediapuntas.
5. No leerás a Relaño.
6. No harás Autocrítica.
7. Sin Florentino Pérez desaparece el club.
8. No dirás 1 Liga de 8.
9. No consentirás competir por la Liga.
10. No codiciarás jugadores de “Clubes amigos”.
El tuitero margarito lleva mal que otros piensen distinto. Por eso los menosprecian, y los insultan, eso sí, con cuidado estilo. Les cuesta aceptar que el Real Madrid existe desde antes que ellos llegarán a alumbrarnos con su sabiduría casi divina. Les parece vulgar, ordinario, zafio, el sudor, el esfuerzo, la lucha por cada balón, por cada gol, por cada partido, por cada pulgada de césped, que es lo que ha conformado la entidad de este equipo, desde su primer minuto de vida.
Ni Forbes, ni posters. Ni mocos, ni mariposas. Ni margaritos, ni trols, ni lecciones, ni soberbia. SÓLO REAL MADRID.
Pues desde mi humilde opinión, ver como gente que lo que quiere es el bien de su Real Madrid se tira piedras da un poco de pena. Estas acciones son el reflejo de lo que muestran los jugadores en el campo, la falta de unidad y de equipo.
ResponderEliminarHabría que alegrarse que existan corrientes alternas al periodismo de mierda que nos ofrecen las grandes marcas de este país y que se dedican a defender al Madrid y a hablar bien del club y del equipo para hacer piña, y a dar leches también cuando toque, en lugar de estar tirándose piedras los unos a los otros. Luego nos preguntamos porque hay tanto antimadridismo si ni siquiera nos soportamos entre nosotros mismos.