Después de todo lo visto y leído en las últimas horas, siento la necesidad de mostrar mi parecer sobre ciertos asuntos que han sucedido o van a suceder en los próximos días puesto que, como madridista, hacen que me sienta terriblemente defraudado con mi club como entidad. Desde la directiva se intenta imponernos el señorío y la grandeza como máximas inmutables del madridismo, de lo que significa el Real Madrid C.F., pero la realidad de los actos demuestran que no son más que meras expresiones grandilocuentes, vacías de contenido, puesto que por parte de la directiva se premian y apoyan implícita o explícitamente actitudes totalmente opuestas a ellos, aceptándose como buenas conductas cuasi mafiosas por parte de alguien que sólo debería luchar por engrandecer el club y no por seguir viviendo de glorias pasadas.
Por desgracia, tal y como denuncié en mi anterior artículo, la prensa sigue campando por sus fueros, inventando y publicando aquello que sirve a sus intereses bastardos, perjudicando a los verdaderos profesionales y, haciendo que la “opinión pública” los trate como héroes o villanos según las necesidades del momento y, lo que es más grave insultando a profesionales honestos con tal de proteger a “uno de los nuestros”, al que tarde o temprano despreciarán y vilipendiarán a la menor ocasión que tengan; no olvidemos que, ellos son así y los serán siempre, es su naturaleza carroñera.
Desde que tengo usos de razón, o al menos desde mis primeros recuerdos como aficionado de éste club, JAMAS se ha obligado a salir a un MADRIDISTA por la puerta de atrás. NUNCA se le han dejado de reconocer los meritos a los que con sus actitudes, su trabajo y su honestidad han representado, lo que para mí, es el verdadero madridismo. Un sentimiento fuera de toda lógica y razón en el que tienen cabida todos aquellos cuales sus máximas sean el trabajo, la constancia, la perseverancia, el amor a los colores, el respeto a la historia del club, el pundonor y la lealtad a tu club y sobre todo a sus compañeros.
Jamás llegué a pensar que nos acabaríamos pareciendo al club de la “ribera del manzanares” o esos del “país chiquitito”, en el que los jugadores acaban siendo obligados a salir, bien por intereses económicos, bien por intereses parciales o lo que es aún más grave, porque a tal o cual “personaje” dentro del club no le resulte agradable o necesaria su presencia.
Un club como el Real Madrid debe estar muy por encima de todo ello y primar en sus decisiones las prioridades deportivas y a día de hoy, eso no lo veo en el Madrid.
Ojala me equivoque y dentro de unos días, esto que aquí escribo no sea más que un texto absurdo fruto de mi decepción , pero algo en mi corazón madridista me dice que no me voy a equivocar, que el club se va permitir el lujo de prescindir de los servicios de un grandísimo profesional como DIEGO LÓPEZ por no querer afrontar la realidad sobre IKER CASILLAS, jugador que fue símbolo del madridismo durante sus mejores años, pero que a día de hoy, tal y como yo lo veo, no es más que un “viejo rockero” que no es capaz de asumir que sus días de gloria ya pasaron y se niega a asumir el inexorable paso del tiempo y que aprovecha su pasado para asegurarse un futuro que la realidad le niega y que, él mismo en su fuero interno sabe que no volverá.
Me pregunto cómo reflexión final, ¿estamos siendo un ejemplo a seguir?. ¿Qué clase de motivación le ofrecemos a nuestras jóvenes promesas?. ¿Trabajo, constancia, lucha, compañerismo y entrega o amiguismo y extorsión?. ¿El triunfo del bien sobre el mal o viceversa?. ¿Cuáles?. Yo lo tengo claro, el Real Madrid parece que no, ¿y tú?
¡¡ HALA MADRID SIEMPRE!!
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