Sí..., todo viene, todo está llegando y el bucle continúa sin que haya ningún cambio. Florentino Pérez es culpable del triplete del Barcelona, los ciudadanos de León han sido todos entrenados por Mourinho para saber cómo actuar con la selección que él mismo llevó a la destrucción, y cualquiera que no sea los que tenemos en plantilla debe venir a arreglar el año catastrófico. Da igual edad, números o méritos hechos durante la última temporada (si miramos más atrás, Iker Casillas es titular indiscutible y Morata no debería haberse marchado nunca, con él este 2015 algo se habría ganado..., seguro).
¿Qué podemos hacer? Esta es la actitud que cualquier empresario debe tener cuando su proyecto no funciona como debería; dicho esto, empezamos mal porque lo que es proyecto proyecto…, de eso sabemos poco. ¿Y empresa? Sí, por mucho que nos duela admitir que para nosotros es mucho más, todo son dinero y beneficios. ¿Qué ocurre cuándo eso no pasa? Pues tampoco hay ni un patrón, ni una línea de actuación.
Carlo se marcha tras año en blanco y es un auténtico despropósito después de haber conseguido La Décima (esto es un…”con lo que nos ha dado” para el que tampoco hay patrón aplicable), si a Mou le echan tras un año en blanco está más que justificado porque todos compartimos día a día el interior del vestuario y sabemos qué pasa dentro.
En lo único en lo que está unido el madridismo es en que hay que hacer cambios…, pero no escuchemos cuáles, solo los nuestros son válidos.
“¡¿Quién va a saber mejor que yo la solución para mi equipo?!”
1.- No tenemos ningún capitán que se comporte como tal, pero sí que haga grupo en la selección. Las prioridades son las prioridades. THE PRIORIDAD.
2.- Los hijos del Madrid son hijos del Madrid. Cualquiera formado en la cantera merece su oportunidad, nada de unos pocos partidos. THE HIJOS.
3.- El presidente no vale para una empresa de tal importancia como la que consideramos nuestra. THE BOSS.
4.- El entrenador y los fichajes son los mejores, ¡porque a mí me lo parecen!. THE SABIOS.
Y esto es solo una retórica cómica (aunque no tanto), de en lo que se ha convertido el madridismo. Dejado atrás el “las manos de la prensa fuera del Madrid”, que apenas ya ni recuerdo, el madridismo se ofende por aspectos más extradeportivos que deportivos (“¡¿Qué mierda dice este que está sentado a mi lado?!”) que en las necesidades del equipo que podemos alcanzar a ver, dentro de nuestra opinión.
La mía la tuve muy clara desde que se pudo ver cómo íbamos cuesta abajo y sin frenos.
Nuestra defensa está llena de funcionarios mimados que se esfuerzan lo justo porque ¿para qué? Ya sea por guitarras, hamburguesas, pasotismo o felaciones periodísticas…, solo salvaría a Varane.
Nuestro medio campo se compone de parte contagiada por la defensa, unos se creen ser algo ya solo con dar unas pinceladas aisladas y otra parte, en la que las lesiones han mermado al equipo hasta límites insospechados. Un equipo como el nuestro no puede tener esa dependencia absoluta por un solo jugador agotando a su compañero hasta la extenuación. Kross y Luka siguen siendo básicos.
Por delante del pilar del equipo, las autopistas nos trajeron un gran jugador con una expansión de futuro probablemente soberbia (su presente ya lo está siendo), unos portentos físicos controvertidos por momentos y una ausencia de nueve que seguirá siendo el eterno debate. Bale y James me parecen imprescindibles, junto con Cristiano aceptando el rol que le dé el míster.
¡Ah! La portería, ¿cómo se me pudo olvidar? Espero que De Gea haya aprendido de la carrera casi enterrada de Navas (aunque en su selección y los sueños de Ramos sea un portento) y venga asegurándose que Benítez sí va a contar con él.
¿Fichajes? Solo pongo una pequeña excepción, creo que estamos a tiempo para no necesitar fichar a jugadores que vengan aquí a retirarse. Por debajo de los 25 no quiero a nadie.
Solo espero, que a parte de las ansias de títulos que tenemos todos, terminemos con las faltas de respeto del Barça, de abracitos y declaraciones fuera de lugar por muy hijos del Madrid que se sientan y que el escudo esté por encima de todo. Dejemos a cada uno que opine lo que quiera siempre que defienda a la institución y escuchemos un poco más las opiniones de los demás. Lo que vemos en el campo muchas veces no ha sido muy diferente de lo que vemos en la afición.
Autocriticando en busca de quienes limpien nuestro escudo…
¡HALA MADRID Y NADA MÁS!
¿Qué podemos hacer? Esta es la actitud que cualquier empresario debe tener cuando su proyecto no funciona como debería; dicho esto, empezamos mal porque lo que es proyecto proyecto…, de eso sabemos poco. ¿Y empresa? Sí, por mucho que nos duela admitir que para nosotros es mucho más, todo son dinero y beneficios. ¿Qué ocurre cuándo eso no pasa? Pues tampoco hay ni un patrón, ni una línea de actuación.
Carlo se marcha tras año en blanco y es un auténtico despropósito después de haber conseguido La Décima (esto es un…”con lo que nos ha dado” para el que tampoco hay patrón aplicable), si a Mou le echan tras un año en blanco está más que justificado porque todos compartimos día a día el interior del vestuario y sabemos qué pasa dentro.
En lo único en lo que está unido el madridismo es en que hay que hacer cambios…, pero no escuchemos cuáles, solo los nuestros son válidos.
“¡¿Quién va a saber mejor que yo la solución para mi equipo?!”
1.- No tenemos ningún capitán que se comporte como tal, pero sí que haga grupo en la selección. Las prioridades son las prioridades. THE PRIORIDAD.
2.- Los hijos del Madrid son hijos del Madrid. Cualquiera formado en la cantera merece su oportunidad, nada de unos pocos partidos. THE HIJOS.
3.- El presidente no vale para una empresa de tal importancia como la que consideramos nuestra. THE BOSS.
4.- El entrenador y los fichajes son los mejores, ¡porque a mí me lo parecen!. THE SABIOS.
Y esto es solo una retórica cómica (aunque no tanto), de en lo que se ha convertido el madridismo. Dejado atrás el “las manos de la prensa fuera del Madrid”, que apenas ya ni recuerdo, el madridismo se ofende por aspectos más extradeportivos que deportivos (“¡¿Qué mierda dice este que está sentado a mi lado?!”) que en las necesidades del equipo que podemos alcanzar a ver, dentro de nuestra opinión.
La mía la tuve muy clara desde que se pudo ver cómo íbamos cuesta abajo y sin frenos.
Nuestra defensa está llena de funcionarios mimados que se esfuerzan lo justo porque ¿para qué? Ya sea por guitarras, hamburguesas, pasotismo o felaciones periodísticas…, solo salvaría a Varane.
Nuestro medio campo se compone de parte contagiada por la defensa, unos se creen ser algo ya solo con dar unas pinceladas aisladas y otra parte, en la que las lesiones han mermado al equipo hasta límites insospechados. Un equipo como el nuestro no puede tener esa dependencia absoluta por un solo jugador agotando a su compañero hasta la extenuación. Kross y Luka siguen siendo básicos.
Por delante del pilar del equipo, las autopistas nos trajeron un gran jugador con una expansión de futuro probablemente soberbia (su presente ya lo está siendo), unos portentos físicos controvertidos por momentos y una ausencia de nueve que seguirá siendo el eterno debate. Bale y James me parecen imprescindibles, junto con Cristiano aceptando el rol que le dé el míster.
¡Ah! La portería, ¿cómo se me pudo olvidar? Espero que De Gea haya aprendido de la carrera casi enterrada de Navas (aunque en su selección y los sueños de Ramos sea un portento) y venga asegurándose que Benítez sí va a contar con él.
¿Fichajes? Solo pongo una pequeña excepción, creo que estamos a tiempo para no necesitar fichar a jugadores que vengan aquí a retirarse. Por debajo de los 25 no quiero a nadie.
Solo espero, que a parte de las ansias de títulos que tenemos todos, terminemos con las faltas de respeto del Barça, de abracitos y declaraciones fuera de lugar por muy hijos del Madrid que se sientan y que el escudo esté por encima de todo. Dejemos a cada uno que opine lo que quiera siempre que defienda a la institución y escuchemos un poco más las opiniones de los demás. Lo que vemos en el campo muchas veces no ha sido muy diferente de lo que vemos en la afición.
Autocriticando en busca de quienes limpien nuestro escudo…
¡HALA MADRID Y NADA MÁS!
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