Lejos
de comentarios centrados en cómo el Atlético ha goleado en su casa frente al actualmente todopoderoso Granada (colista
por si alguno no lo sabe…); cómo el Barça hizo lo propio frente al Deportivo
(que no se encuentra ni entre los diez primeros) y comentarios tales como que
sin el capitán se gana (cuando llega el minuto 93, callan…) además de que no se
entiende la alineación de ZZ (igual él sabe más viéndoles entrenar)…, lo que
define el partido contra el Betis es sencillo: PERFECCIÓN.
Ya
son 101 goles en 38 partidos, pero claro, la imbatibilidad con 3 empates no
cuenta tanto como el cholismo o el no-juego del país pequeñito. ¿Qué sería
de antis y pseudos si se disfrutara
de partidos como el 1-6? Fácil; se quedarían sin argumentos que justificaran
sus comentarios.
Pepe—Mateo—Karim—Cr—Pepe—Isco es una contra fuera de pizarras, jugadores y árbitros que solo
es capaz de firmar el RM.
Pasaron
muchas cosas en esa cálida noche del Sur; una goleada que deja de ser
protagonista cuando se analiza cada uno de los aspectos del partido y de cada
uno de los jugadores.
Nada
más empezar podemos observar cómo el periodismo y el ventajismo no dejan de ir
de la mano con el manido 4-3-3 cuando ese dibujo puede tener muchas variantes
(como ayer) que ellos tardan en ver casi media hora; querrán ser rigurosos como
cuando narran la remontada bética con
alegría y soltura, conocedores de que nada puede con ellos y su periodismo
amasado y bañado en bilis alimentada por once copas de Europa…, entre otras
cosas. Un Isco adelantado a Mateo y Kroos que puede verse como sombra al juego
que podría desplegar Bale, demuestra cómo este último sabe qué debe hacer, cuándo
dejar hacer y cómo la versatilidad de su posición y calidad le hacen un jugador
completo en casi todos los aspectos; sino todos, porque los palos también
cuentan, ¿no?.
No
pasan muchos minutos para poder observar cómo el recién llegado tras una lesión,
aporta al equipo algo que muchos habían olvidado: verticalidad con clase y
desparpajo con clase primorosa poco común en un lateral: Marcelo. Que si fuera
de juego y boquerones en vinagre, porque analizar su posición, su vuelta a la
misma o coberturas, es demasiado trabajar y aplaudir para algunos.
Por
desgracia, mientras en otros equipos y situaciones de la vida, el renovar
supone sentarse a ver los días pasar (quizá es solo algo made in Spain), nuestro alemán deportado de su país por el inventor
del fútbol y la posesión, firma un partido excelente, excepcional y soberbio
junto a un Mateo que supo cómo apoyarle y ser su apoyo en cada uno de sus pases
y posiciones en el campo.
Infortunio
para algunos, los mismos que no disfrutan con las victorias y juego como el
visto contra el Betis, el bautizado como gato,
también desplegó un juego, unos detalles, unos desmarques, y como suele hacer
cada partido, unos arrastres desmarcando a sus compañeros…; Karim no pudo
firmar un doblete por mala suerte y un Adán que demostró dónde —y con quién— se
curtió como profesional y probablemente como persona.
Es
difícil destacar un jugador, una jugada o un momento del partido (si bien Miguelito —pagado entre otros por RMTv—
pregunta a ZZ en rueda de prensa si el bajón de intensidad supuso el gol del
Betis… no creo que haga falta añadir comentarios a lo que se presenta blanco y
en botella), pero yo me quedo con el cuarto gol. No solo porque quien lo
finalizó fue Isco, que ayer se mostró como jugador completo: menos visible en calidad
táctica arriba (si bien su segundo gol fue magistral), y más ocupado en ser equipo, en posiciones en el campo tanto
atacando como defendiendo. Un cuarto gol en el que se puede observar una apisonadora,
un rodillo, una avalancha (que el ventajismo empuja a echar a Poyet; de nuevo
no creo necesario más comentarios), que no se es capaz de reconocer cuando se
olvida que el equipo contra el que se juega es el campeón de Europa.
Creo
que a buen entendedor, pocas palabras bastan y si tras partidos así se intenta
comparar el jugar fuera de casa o dentro; jugar sin Luka o Case; contra un
equipo que aún en la posición en la que está no se arrugó y lindezas como las
que se escuchan fuera y dentro del madridismo, intentar hacer ver a la pared
algo obvio es perder tiempo y energías; me quedo con lo magistral de la primera
parte (todo) y ver un la descripción
gráfica de equipo sobre el campo.
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