Toque de atención


Echando un vistazo matutino a las portadas de los principales medios deportivos de este país he percibido, por desgracia y contra todo pronóstico, cierto conformismo. He leído tales cosas como: "El Madrid hizo una gran segunda parte", "El Borussia estuvo en el segundo período a merced del equipo blanco" o titulares como: "Buenas sensaciones". Nada más lejos de la realidad. Bajo mi humilde punto de vista, pasaré a canalizar a través de estas líneas mis sensaciones respecto a, ya no sólo del partido de anoche, sino del resto de encuentros disputados por el Madrid. 

Llegaba el equipo blanco al Signal Iduna Park teniendo la constancia de lo dura y ardua que iba a ser la empresa de cosechar los tres puntos en ese estadio; imponente y ejemplar a partes iguales. Aunque claro, el Madrid partía como favorito, ya que el equipo blanco por antonomasia así lo es. 

Desde el pitido inicial pudimos ver a un Madrid dubitativo y vacilante. La presión asfixiante que llevó a cabo el equipo teutón en la salida de balón no ayudaba en absoluto, y más aún cuando ésta se ejercía de una forma tan impecacle y ordenada, digna de ser estudiada al detalle. Por ello, al Madrid le costaba sobremanera hilvanar jugadas de ataque. La tónica general del partido fue la de un Madrid tímido, con muchas dificultades para elaborar jugadas de peligro y que vivió (y en efecto vive) de arreones muy puntuales e incluso, más alarmante aún si cabe, de acciones individuales. 

Cierto es que la falta de un jugador como Casemiro en un partido de las magnitudes de anoche pesa de manera exponencial, qué duda cabe. Es de perogrullo decir que la ausencia del brasileño afecta directamente a la actuación y al juego de los Kroos, Modrić, James y cía, más pendientes de tapar espacios que de otra cosa. Irremediablemente tuvo su efecto en el desarrollo del partido y el Madrid distaba mucho de lo que es en su esencia el Madrid, aunque luego en la segunda parte mejorara ligeramente. 

Es un hecho que el resultado de ayer no es malo, ni mucho menos. Si lo analizamos fríamente, empatar en un campo tan difícil ante un equipo tan rico y competitivo repleto por un lado de futuras estrellas (Ousmane Dembelé, Emre Mor, Weigl...) y de jugadores ya asentados a nivel internacional como Götze, Schürrle y Aubameyang entre otros no es una mala noticia ni de lejos. 

Lo que es realmente preocupante es que el equipo merengue lleve tres empates consecutivos a raíz de la incapacidad de gobernar un partido de principio a fin y, debido también en gran parte, al afán de Zidane de replegar al equipo en ciertos tramos del encuentro. 

Verdaderamente, en los partidos que se han ganado en Liga (y el que se ganó en Champions) el equipo ha dejado una sensación de cierta inconsistencia, de vivir siempre de un halo de esperanza que se sustenta y se nutre gracias a la calidad de los jugadores y a las individualidades y arreones de los mismos; todos puntuales. No veo una idea clara de juego, tengo la impresión  (y ya no es tan ligera como lo era hace dos semanas) de que el conjunto ha perdido y a olvidado la capacidad que tenía para imponer su autoridad desde el minuto 0 -eso que caracteriza a los equipos grandes- y que sobrevive insisto de coletazos. De coletazos de una calidad excelsa y enorme, sí. Ya lo vimos en el primer gol. Pero son coletazos al fin y al cabo. 

Zidane tiene muchísimo trabajo por delante. Hay que exigirle mucho más a esta plantilla y, por ende, también a él mismo. Parece que está más pendiente de las rotaciones y de repartir minutos a todos con una precisión helvética que de implantar una idea de juego clara, atractiva y fidedigna. El juego del Madrid tiene mucho margen de mejora y está lejos de lo tangible que era hace no mucho. 

Jugadores como James y Benzema no sólo necesitan de gozar de más minutos, también es preciso que tengan la exención de ser sustituidos más allá del minuto 60, como si la tienen Cristiano y Bale. Y ojo, no digo que no puedan ser cambiados bajo ningún concepto, sólo demando que Zinedine Zidane deje bien claro por quien pone la mano en el fuego y por quien la pone a medias, alejándose de las presiones mediáticas. 

Sólo espero que el Madrid mejore y se regenere. Esto no ha hecho más que empezar, estamos en septiembre y queda muchísimo margen de maniobra. Pero mejor darse cuenta ahora que en mayo, de eso sí que hay consenso absoluto. 

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