El placer de entrar enchufados
Salió el Madrid con las
intenciones muy claras desde el primer momento para romper la racha de ya
cuatro partidos sin ganar del equipo. Dos premisas eran las principales: Salir
fuerte, con intensidad y mandón, al contrario que contra el Villarreal y Eibar
donde se tiraron 45 minutos; y lanzarse a por el segundo y tercer gol nada más
ponerse por delante, al contrario que contra las Palmas y el Borrusia donde el
equipo se replegó tras ponerse en ventaja.
El once era casi idéntico al del
partido del Eibar con dos variaciones: La primera la entrada de Marcelo en el
lugar de Danilo, y la segunda un cambio de dibujo del 433 habitual a un 4231.
Ambos hechos cambiaron por completo al equipo blanco, ya que por un lado
Marcelo supuso un caudal creativo en el que el equipo se apoyo para romper el
partido (Danilo defensivamente es un seguro en esa zona pero no tiene la salida
de su compatriota), y por el otro el cambio de dibujo liberó a Isco para que
surtiera de balones a la BBC y sujetó a Kovacic para que acompañara en el quite
a Kroos y no se perdiera en incursiones por banda.
En ese sentido todo salió a pedir
de boca, ya que Kroos se encontró con un socio solidario y esforzado que le
permitió coger aire en una posición complicada para él: Kroos sufre como único
pivote pero acompañado es una delicia. El croata por su parte disfrutó como
nunca, ya que aunque no tenía las libertad que generalmente goza por la
izquierda, pudo soltarse en varias subidas “made in Modric” con el añadido de que
el perfil comedido de Isco, quien se situaba delante suyo, le permitiría tener
la espalda cubierta y no dejar vendido a Kroos si sus incursiones fallaban.
Además la posición de Isco
permitía al equipo jugar por dentro y combinar. El incesante bombardeo de
centros de los últimos partidos se vió sustituido por toques rápidos por el
centro para romper a un Betis que había salido valiente y peleón, como suele
hacer en su casa. En cierto modo era una invitación al desastre verdiblanco.
Poco a poco los goles fueron
llegando: El guante de Kroos dejó el primero, y la presión adelantada del
equipo blando gestó el segundo y tercero. Partido resuelto antes del descanso
que nos dejaría sobre la bocina una obra de arte: Un contragolpe perfecto, de
aquellos de los que disfrutábamos en la época de Mourinho y que hacía tanto que
no veíamos. De un corner rival desesperado por entrar en el partido a la
sentencia.
Tras el descanso el Betis salió
peleón, ya que parece que el Madrid no puede entrar mentalizado en las dos
partes de un partido, y tras varias ocasiones peligrosas consiguieron un 1-4
que sumado a la intensidad de la grada y al reciente historial de carajas
defensivas del equipo hicieron a más de uno arquear la ceja, pero no fue así.
El equipo siguió apretando y llegaron el quinto y sexto para cerrar la noche.
Hasta Cristiano consiguió lo que ha sido su sexta diana en tres partidos para
ir calentando motores.
Los tres grandes de España
empiezan a calentar en serio los motores, y el Madrid por fin parece que quiere
coger la velocidad de crucero. El fin de semana que viene, frente al Athletic
de Bilbao, veremos si es en serio.
@Tonylaundecima
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